Los celos

Cuando hemos tomado la decisión de tener un perro en casa, una de las cosas que debemos de tener en cuenta es que nuestro fiel compañero necesitará sentirse querido ya que es un animal social y cariñoso. Él expresará su estado de ánimo a través de sus acciones y conductas. Esta convivencia puede verse afectada debido a los celos.

El perro ante la llegada de otro miembro más a la familia, un bebe, un gato u otro perro puede sentirse desplazado relegado a posiciones inferiores dentro del grupo del que forma parte. Si queremos que esto no ocurra y que note lo menos posible la incorporación del nuevo miembro, deberemos dedicarle tiempo, o por lo menos el mismo que le dedicábamos antes.

besos-de-perro

Cada mascota tiene su peculiar forma de demostrar su disgusto y decepción por algo, pero normalmente observaremos en nuestro amigo una actitud más agresiva, apática o depresiva, por lo que debemos apoyarlo al máximo para que supere este pequeño bache.

Los celos tienen que ver con la educación que nosotros le demos desde pequeño. Ya sabemos, que una buena educación desde temprana edad nos evitará muchos disgustos cuando nuestro perro cuando se manifiesta este tipo de conducta puede convertirlo, en ocasiones, en un animal violento y provocador. Sin embargo, al instante, y sin previo aviso, volverá de nuevo a ser adorable en un corto periodo de tiempo.

Lo que nunca, nunca debemos usar, es el castigo físico, con ninguna mascota. No debemos de perder la calma ni enfadarnos ya que lo único que conseguirá sería empeorar la situación.
Si socializamos bien al perro, cuando crezca no será egocéntrico y egoísta.

Educación y tiempo es un binomio que nos llevará indefectiblemente al éxito y que nuestro perro sea feliz y equilibrado a nuestro lado.